miércoles, 1 de febrero de 2012

Evaluación E Innovación Educativa

Si en mi entrada anterior estuve hablando del diseño curricular así como las diferentes fases en las que estaba dividido un proyecto, a continuación voy a comentar y a exponer información sobre la evaluación.

La evaluación es un concepto muy importante a la hora de tener en cuenta a la educación, además a mi parecer sin evaluación no sabríamos realmente si se está produciendo un proceso de enseñanza- aprendizaje. ¿Quién no ha llegado alguna vez a clase pensando que qué clase de examen pondrá este profesor? o ¿Qué tendrá en cuenta a la hora de ponerme la nota si ni siquiera hay examen? Un ejemplo bien claro de ello es esta signatura, Didáctica, que en vez de evaluarse por medio de un examen se hace a través de un trabajo grupal y un blog o portafolios, por eso la inmensa mayoría de la clase (incluida yo) estamos asustados en el sentido de que no sabemos si vamos a aprobar o no por nuestra monotonía de hacer siempre exámenes para comprobarlo, cuando verdaderamente un examen no es la evaluación en sí, sino una forma de calificación.

Una vez aclarado esto, algunos autores se vieron en la necesidad de exponer las diferentes razones por la que es necesario evaluar, entre las que encontramos:

•    Económicas: Haciendo alusión a los fondos y recursos disponibles.
•    Ideológicas: Según los intereses que se quieren poner en marcha.
•    Políticas: La política interviene para ver que instituciones y organizaciones se desarrollarán.
•    Sociales: Intereses, expectativas, etc. De los grupos sociales a los que nos dirigimos.
•    Metodológica: Forma en la que se pone en práctica una actividad y la actividad en sí. Reflexión sobre los planes de trabajo, el procedimiento…
•    Profesionales: El valor del trabajo de los educadores y profesionales para evitar la incertidumbre de si lo hacen bien o no y para compartir la reflexión como práctica de superación
•    Éticas: Se necesita que se produzca la implicación de todos aquellos que intervengan en las actividades aportando su máximo grado además.
•    Epistemológicas: que no consista más que en el propio concepto de evaluación (reflexionar de forma sistemática y fundamentada sobre la praxis). Esta reflexión aporta explicaciones teóricas que permiten comprender la práctica.

Tenemos que tener en cuenta además que la evaluación es un concepto muy genérico y que encontramos tres aspectos más que los utilizamos como sinónimos de éste, los cuales son: calificación, que es la puntuación que obtiene el alumno tras una prueba de rendimiento, como por ejemplo un examen; medida, que compara una cantidad con su unidad para ver cuántas veces está contenida en la primera y evaluación, que como bien hemos indicado anteriormente sirve como estimulación de conocimientos y aptitudes de los alumnos. Más bien evaluar consiste en comparar informaciones con criterios ya establecidos.

Aunque hemos hablado de las diferentes razones por las que es necesario evaluar no debemos olvidar que la evaluación, por muy absurda y negativa que nos parezca en algunas ocasiones, nos facilita ciertos aspectos del proceso de enseñanza- aprendizaje pues detecta errores, deficiencias, completa los resultados de los grupos de incidencia, delimita factores que influyen y condicionan el aprendizaje y establece estrategias para superar las faltas y los errores encontrados con el fin de reforzar el aprendizaje conseguido.

Siempre solemos asociar la etapa de evaluación como la última en el proceso didáctico, es más yo por ejemplo he explicado antes el diseño curricular que la propia evaluación, pero esto no os debe confundir puesto que la evaluación no debe de utilizarse como un fin debido a que éste constituye un proceso continuo, completo, es un elemento más del proceso de enseñanza- aprendizaje.

Debido a la concepción de evaluación que se ha asumido a lo largo de la historia, resulta importante mencionar ciertas corrientes de pensamiento y recordar algunos paradigmas entre los que destacan:

-   La concepción eficientista: Define el currículum como una programación por objetivos, en el que lo importante es definir los objetivos que se pretenden alcanzar para conseguir la respuesta deseada. Para esta corriente por tanto evaluar significaba obtener datos principalmente prefijados. Los resultados por consiguiente se convierten en el eje de la evaluación.
Como consecuencia, la evaluación supone una actividad puntual desarrollada al final del proceso de enseñanza-aprendizaje.

-   La visión fenomenológica: Es aquella corriente en la cual se comienza a construir el concepto de evaluación, utilizándose éste como parte de un proceso. Dentro de esta misma encontramos dos tendencias que son: la concepción humanista  y la concepción cognitivista, las cuales no sólo se diferenciaban por su finalidad sino también por los métodos y el contexto en el que se desarrollan

-    La visión sociopolítica: Aquí la finalidad de la evaluación es definir los criterios a evaluar en el proceso de enseñanza- aprendizaje de tal forma que se presenten como un resultado de negociación, consenso, eficacia y fiabilidad entre sus miembros.


Una vez comentados los paradigmas vamos a centrarnos a continuación el proceso de evaluación, más concretamente, en la evaluación educativa, cuya finalidad es la de proporcionar a los alumnos y formadores información sobre los objetivos conseguidos,  los contenidos adquiridos… permitiendo de este modo la mejora  del diseño curricular. Claro que la evaluación no va a tener los mismos resultados en los educandos, a los que les va a servir como mejora de su propio aprendizaje y a adquirir mejor los conocimientos, que al formador, el cual  le servirá para valorar su actividad como proceso de enseñanza, no obstante siempre tendremos presente que todos aprendemos de todos.

También encontramos diferentes tipos de evaluación, así como las concepciones del acto evaluativo. Verdaderamente lo que se quiere conseguir es la compresión del proceso y la aplicación a su correspondiente práctica. A lo largo del tiempo se han realizado distintas clasificaciones según los diferentes autores debido a los diferentes criterios de la evaluación por lo que resulta incluso complicado. Pero finalmente se llevó a cabo la clasificación que se consideraba como más adecuada, en la cual encontramos:

1.   Clasificación respecto al momento del tiempo en que se realice la evaluación y el objetivo o finalidad

2.   Clasificación respecto a las personas que realizan la evaluación.

3.   Clasificación según la orientación

Debemos de tener en cuenta que estas cuatro grandes clasificaciones además se subdividen a su vez en distintos tipos de evaluaciones.

Y finalmente en este largo e importante proceso de evaluación no podría faltar la distinción entre evaluación por objetivos y la evaluación por competencias, la cual esta última se deriva de la especificación del conjunto de resultados, que determina los resultados generales y específicos de tal forma que los evaluadores y estudiantes puedan juzgar con objetividad si se han alcanzado o no, y que verifica realmente los progresos del estudiante en función de los objetivos alcanzados. En cambio la evaluación por objetivos simplemente consiste en evaluar el desarrollo de habilidades, herramientas mentales y métodos de aplicación.

Ni que decir como conclusión que al igual que el diseño curricular la evaluación requiere enormes esfuerzos y que sin ella el proceso de enseñanza- aprendizaje no podría realizarse.

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