miércoles, 1 de febrero de 2012

El Principio del fin…

Por desgracia he de decir que esta experiencia del blog ha terminado (o al menos durante este primer cuatrimestre, puesto que nunca se sabe).
Con todo ello me gustaría comentar que aunque al principio andaba bastante perdida y no sabía qué hacer, una vez que le cogí el truco me ha resultado entretenido, novedoso y además me ha enseñado mucho a poder expresarme y escribir con mayor soltura. Cuando escribí mi primera entrada tardé más de media hora pensando sobre qué podía escribir, en cambio conforme avanzaba me iba soltando e introducía no sólo teoría sino una parte también crítica, aunque en esto último tengo que reconocer que no se me sigue dando muy bien.
Con respecto a la asignatura en general, también me ha gustado, sobre todo me impresionó esa fantástica práctica de 300, puesto que por aquel entonces jamás me podría imaginar que en apenas unos 10 o 15 minutos de película hubiera tantos elementos y detalles didácticos. Lo único que me gustaría indicar es que si es cierto que en las últimas clases, al aplicar la teoría sobre el proyecto, me resultaron un poco más aburridas.
En fin, me despido con una buena experiencia sobre esta asignatura y espero sacarle el máximo provecho posible a lo largo de la carrera. Aquí os dejo el vídeo que tanto me gustó y que me hizo darme cuenta que no me había equivocado al decidir estudiar esto. ¡Un saludo!


Evaluación E Innovación Educativa

Si en mi entrada anterior estuve hablando del diseño curricular así como las diferentes fases en las que estaba dividido un proyecto, a continuación voy a comentar y a exponer información sobre la evaluación.

La evaluación es un concepto muy importante a la hora de tener en cuenta a la educación, además a mi parecer sin evaluación no sabríamos realmente si se está produciendo un proceso de enseñanza- aprendizaje. ¿Quién no ha llegado alguna vez a clase pensando que qué clase de examen pondrá este profesor? o ¿Qué tendrá en cuenta a la hora de ponerme la nota si ni siquiera hay examen? Un ejemplo bien claro de ello es esta signatura, Didáctica, que en vez de evaluarse por medio de un examen se hace a través de un trabajo grupal y un blog o portafolios, por eso la inmensa mayoría de la clase (incluida yo) estamos asustados en el sentido de que no sabemos si vamos a aprobar o no por nuestra monotonía de hacer siempre exámenes para comprobarlo, cuando verdaderamente un examen no es la evaluación en sí, sino una forma de calificación.

Una vez aclarado esto, algunos autores se vieron en la necesidad de exponer las diferentes razones por la que es necesario evaluar, entre las que encontramos:

•    Económicas: Haciendo alusión a los fondos y recursos disponibles.
•    Ideológicas: Según los intereses que se quieren poner en marcha.
•    Políticas: La política interviene para ver que instituciones y organizaciones se desarrollarán.
•    Sociales: Intereses, expectativas, etc. De los grupos sociales a los que nos dirigimos.
•    Metodológica: Forma en la que se pone en práctica una actividad y la actividad en sí. Reflexión sobre los planes de trabajo, el procedimiento…
•    Profesionales: El valor del trabajo de los educadores y profesionales para evitar la incertidumbre de si lo hacen bien o no y para compartir la reflexión como práctica de superación
•    Éticas: Se necesita que se produzca la implicación de todos aquellos que intervengan en las actividades aportando su máximo grado además.
•    Epistemológicas: que no consista más que en el propio concepto de evaluación (reflexionar de forma sistemática y fundamentada sobre la praxis). Esta reflexión aporta explicaciones teóricas que permiten comprender la práctica.

Tenemos que tener en cuenta además que la evaluación es un concepto muy genérico y que encontramos tres aspectos más que los utilizamos como sinónimos de éste, los cuales son: calificación, que es la puntuación que obtiene el alumno tras una prueba de rendimiento, como por ejemplo un examen; medida, que compara una cantidad con su unidad para ver cuántas veces está contenida en la primera y evaluación, que como bien hemos indicado anteriormente sirve como estimulación de conocimientos y aptitudes de los alumnos. Más bien evaluar consiste en comparar informaciones con criterios ya establecidos.

Aunque hemos hablado de las diferentes razones por las que es necesario evaluar no debemos olvidar que la evaluación, por muy absurda y negativa que nos parezca en algunas ocasiones, nos facilita ciertos aspectos del proceso de enseñanza- aprendizaje pues detecta errores, deficiencias, completa los resultados de los grupos de incidencia, delimita factores que influyen y condicionan el aprendizaje y establece estrategias para superar las faltas y los errores encontrados con el fin de reforzar el aprendizaje conseguido.

Siempre solemos asociar la etapa de evaluación como la última en el proceso didáctico, es más yo por ejemplo he explicado antes el diseño curricular que la propia evaluación, pero esto no os debe confundir puesto que la evaluación no debe de utilizarse como un fin debido a que éste constituye un proceso continuo, completo, es un elemento más del proceso de enseñanza- aprendizaje.

Debido a la concepción de evaluación que se ha asumido a lo largo de la historia, resulta importante mencionar ciertas corrientes de pensamiento y recordar algunos paradigmas entre los que destacan:

-   La concepción eficientista: Define el currículum como una programación por objetivos, en el que lo importante es definir los objetivos que se pretenden alcanzar para conseguir la respuesta deseada. Para esta corriente por tanto evaluar significaba obtener datos principalmente prefijados. Los resultados por consiguiente se convierten en el eje de la evaluación.
Como consecuencia, la evaluación supone una actividad puntual desarrollada al final del proceso de enseñanza-aprendizaje.

-   La visión fenomenológica: Es aquella corriente en la cual se comienza a construir el concepto de evaluación, utilizándose éste como parte de un proceso. Dentro de esta misma encontramos dos tendencias que son: la concepción humanista  y la concepción cognitivista, las cuales no sólo se diferenciaban por su finalidad sino también por los métodos y el contexto en el que se desarrollan

-    La visión sociopolítica: Aquí la finalidad de la evaluación es definir los criterios a evaluar en el proceso de enseñanza- aprendizaje de tal forma que se presenten como un resultado de negociación, consenso, eficacia y fiabilidad entre sus miembros.


Una vez comentados los paradigmas vamos a centrarnos a continuación el proceso de evaluación, más concretamente, en la evaluación educativa, cuya finalidad es la de proporcionar a los alumnos y formadores información sobre los objetivos conseguidos,  los contenidos adquiridos… permitiendo de este modo la mejora  del diseño curricular. Claro que la evaluación no va a tener los mismos resultados en los educandos, a los que les va a servir como mejora de su propio aprendizaje y a adquirir mejor los conocimientos, que al formador, el cual  le servirá para valorar su actividad como proceso de enseñanza, no obstante siempre tendremos presente que todos aprendemos de todos.

También encontramos diferentes tipos de evaluación, así como las concepciones del acto evaluativo. Verdaderamente lo que se quiere conseguir es la compresión del proceso y la aplicación a su correspondiente práctica. A lo largo del tiempo se han realizado distintas clasificaciones según los diferentes autores debido a los diferentes criterios de la evaluación por lo que resulta incluso complicado. Pero finalmente se llevó a cabo la clasificación que se consideraba como más adecuada, en la cual encontramos:

1.   Clasificación respecto al momento del tiempo en que se realice la evaluación y el objetivo o finalidad

2.   Clasificación respecto a las personas que realizan la evaluación.

3.   Clasificación según la orientación

Debemos de tener en cuenta que estas cuatro grandes clasificaciones además se subdividen a su vez en distintos tipos de evaluaciones.

Y finalmente en este largo e importante proceso de evaluación no podría faltar la distinción entre evaluación por objetivos y la evaluación por competencias, la cual esta última se deriva de la especificación del conjunto de resultados, que determina los resultados generales y específicos de tal forma que los evaluadores y estudiantes puedan juzgar con objetividad si se han alcanzado o no, y que verifica realmente los progresos del estudiante en función de los objetivos alcanzados. En cambio la evaluación por objetivos simplemente consiste en evaluar el desarrollo de habilidades, herramientas mentales y métodos de aplicación.

Ni que decir como conclusión que al igual que el diseño curricular la evaluación requiere enormes esfuerzos y que sin ella el proceso de enseñanza- aprendizaje no podría realizarse.

El Diseño Curricular

Durante un pequeño periodo de estos cuatro intensos meses de clases, en Didáctica hemos aprendido como cómo realizar un diseño curricular.

Como bien sabemos el trabajo social se encuentra con la necesidad de elaborar proyectos con el fin de mejorar la realidad, pero ¿qué es un proyecto?, pues bien un proyecto es un avance anticipado de las acciones a realizar para poder conseguir nos objetivos. Tiene como misión prever, orientar y preparar bien lo que se va a hacer mientras se realiza el mismo, para ello se llevan a cabo diferentes pautas entre las que destacan describir lo que se quiere hacer, adaptación del proyecto del entorno y las personas que la realizan,  datos y obtención sobre éste, tener recursos mínimos para su aplicación y la temporalización precisa para el desarrollo.

Además una vez que tenemos claro en qué consiste verdaderamente un proyecto, para poder realizarlo también se dividen y distinguen diferentes fases.

En primer lugar encontramos la fase previa o de diagnóstico en la que se produce un reconocimiento de la situación examinando para ello a las personas, los objetos de estudio…En toda fase de diagnóstico se tiene que contemplar las necesidades, el establecimiento de prioridades, las causas que han originado el problema en el que nos vamos a centrar, etc. Digamos que en esta fase lo que el educador/a tiene que intentar es ser competente a lo hora de analizar los distintos problemas que se presentan, la situación a la que se va a centrar, conocer muy bien el colectivo con el que va a tratar, porqué se están produciendo esos problemas, sin olvidar que éste también entenderá que el aprendizaje  depende de lo que a persona haga, así como de los procesos y estrategias que utilizará.
Ser creativo también es muy importante a lo hora de diseñar proyectos curriculares, pues siempre se intentará dejar volar la imaginación en busca de soluciones (utopía), y establecer prioridades para orientar nuestros esfuerzos a las necesidades.

La siguiente fase es la fase de planificación o elaboración del diseño curricular, que es la que una vez que tenemos conciencia del diagnóstico del proyecto, el siguiente paso es planificarlo. Planificar consiste en buscar, anticiparse o prever lo que va a desarrollarse y aplicarse en un futuro, en este caso, el proyecto social que vamos a elaborar.
Se podría decir que en esta fase tendríamos que buscar las diferentes soluciones a los objetivos en los que hemos decidido centrarnos y hacernos preguntas tales como: ¿Qué debe hacerse?; o ¿quién lo hará? , para así ver lo que se pretende conseguir después de haber averiguado lo que se necesita.
No obstante para averiguar estos objetivos hay que ser realistas, manejables (depender de quien los establece), evaluables, tener plazos de tiempo, coherencia y formularse en términos del beneficiario del aprendizaje (no pueden establecerse en función de las acciones que vamos a desarrollar).
Claro que, todo lo que hemos comentado anteriormente queda muy bien escrito de forma teórica: diagnóstico, planificación, objetivos… pero, ¿y qué hay de los contenidos?, si no sabemos ni entendemos nada acerca de los contenidos, jamás entenderemos cómo diseñar un proyecto curricular, por mucho que nos expliquen mil veces lo demás. Como ya sabemos los contenidos son los conocimientos que se ofrecen al grupo para lograr los objetivos. Antes de dar esta asignatura, para mí los contenidos de algo eran siempre lo mismo, un conjunto de ideas o conocimientos, pero en general, lo mismo, aunque la forma de cada uno fuera distinta, en cambio he podido apreciar cómo podemos encontrar diferentes tipos de contenidos:

•    Contenidos conceptuales: recogen principios y hechos conceptuales, es decir, relaciones de atributos, coordinación…
•    Contenidos procedimentales: contienen procedimientos y estrategias de enseñanza, como resolver derivadas en una clase de matemáticas.
•    Contenidos actitudinales, que señalan valores y actitudes; por ejemplo aprender a respetar a los demás.

De este modo una vez que conocemos los distintos tipos de contenidos que existen, podemos diferenciar el nuestro en concreto o simplemente ceñirnos a uno.
Pero no basta con saber los tipos de contenidos, también hay que saber seleccionar éstos mismos según los tipos de necesidades detectadas y las competencias a desarrollar.

Con respecto a la metodología, nos sirve a la hora de detectar las formas con las que vamos a llevar a cabo nuestra intervención (¿qué enseñar?, ¿cuáles son nuestras necesidades educativas?). Gracias a la concreción de la metodología que vayamos a utilizar en nuestro proyecto, ya podemos establecer las diferentes actividades didácticas (tarea realizada por el educador, o educando, en la fase de la intervención didáctica). Obviamente encontramos un sin fin de clases de actividades: del educador, del educando, conjuntas… así como diferentes tipos dentro de ésta última.

Una vez que ya tendríamos hecho la mayor parte de nuestro proyecto, ya sólo nos quedaría finalizar con los medios didácticos y recursos educativos, los recursos humanos y la organización del presupuesto.

Los medios didácticos y recursos educativos son todos aquellos que cumplen con la función de instrumento para poder lograr los objetivos y están dirigidos principalmente a los procesos de enseñanza- aprendizaje, por ejemplo: plastilinas de colores para poder enseñar a los niños pequeños a distinguir los colores. Pero como no todos estos instrumentos que utilizamos para educar son realmente didácticos distinguimos entre los medios didácticos (material que facilita el proceso de  enseñanza, como un libro de texto) y recursos educativos (materias que no sólo facilitan el desarrollo de las actividades sino que también tienen una finalidad didáctica).
Para seleccionar los recursos es necesario que tengamos en cuenta los intereses y capacidades de los destinatarios, es decir, los materiales que les motiven más, que les interesen, etc.

Ya en los recursos humanos, comprenden las diferentes personas que se vinculan a la elaboración del programa y el proyecto, como son el caso de profesores, médicos, orientadores, monitores, trabajadores sociales… En cada proyecto deberá de especificarse el número de personas que han intervenido y su responsabilidad en aquello en lo que se hayan centrado.

Finalmente encontramos la organización del presupuesto, factor muy determinante a la hora de elaborar un proyecto puesto que tenemos que calcular los niveles económicos que podemos utilizar a la hora de obtener los recursos materiales (infraestructura, los propios materiales…) los honorarios profesionales (si se hace con una organización determinada, especificar si el personal es interno o externo) y el resto de gastos como  las facturas de agua, luz, la gestión o los desplazamientos.

Como conclusión me gustaría añadir, que no ha sido nada fácil determinar cada una de las fases en las que está dividido un diseño curricular, así como los diferentes pasos y factores que intervienen en él. Ahora si puedo decir con certeza el verdadero esfuerzo que supondría llevar a cabo la elaboración de un proyecto curricular.